En el fondo de un abismo, en el interior de una oscura cueva encontré algo impronunciable, algo que ni sabia de su existencia. Ahí, en mi corazón de plata oxidada, encontré un sentimiento escondido, algo que nunca antes había sentido. Creo, que es amor, o por lo menos así quiero que sea.
Al cruce de una mirada inesperada el fino hilo, que tu y yo llegamos a adorar, que tu y yo llegamos a pensar en que el amor era eterno y singular...se rompió. Al cruce de una mirada, nuestro hilo se rompió. Solo hasta ese momento pude comprender que nuestro “Amor”, solo era una absurda fabula, una de muchas otras, en la que confundimos el amor con la atracción.
¿Y ahora?, ¿qué debo hacer? Nuestros hilos de unión se han roto, ya no hay forma de salvarlos, no se puede rematar con otro, no se pueden unir y ser como siempre lo habían sido. Ya no hay forma de que este amor vuelva a ser el mismo. Deseo y anhelo volverte amar como antes, pero no puedo, “la mirada” me ha robado lo que un día fue tuyo, me a robado mi corazón y con el nuestro amor.
¡Y todo por una mirada!, una mirada que llego hasta mi corazón, la mirada de alguien perfecto que me ha robado algo que no siento.
La mirada de un hombre me ha enamorado, me a enloquecido y se a marchado.
¿Y ahora, que hago yo con todo este matojo de hilos?, no hacen mas que enrollarse y crear nudos insondables.
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