sábado, 18 de diciembre de 2010

Caminos



“¿Cuál?, ¿por cuál de ellos he de caminar?. Y sí he de caminar, ¿por qué no correr?. Quizás así sea más fácil, correr, total al final llegaré al mismo destino que los demás, pero me canso rápidamente y me faltan ganas como para llegar, no se que hacer, ¿correr o caminar?.”
Un pasillo se abrió ante mi, y al final solo halle dos caminos, uno oscuro y tenebroso, el otro lleno estrechos y largos pasillos.
Un denso bosque se abría en el primer camino oscuro y desolado, con el traía un olor a tierra húmeda, rancia y muerta. Estrechos y alargados caminos se abrían en el segundo, del techo colgaban pequeñas estrellas de débil luz, acompañadas por una triste luna de papel, lleno de títeres y marionetas, lleno de casas sin ser hogar.
“¿Luz ó oscuridad?, ¿qué está bien y qué está mal?, ¿cuál de ellos he de elegir?. ¿Y si me equivoco?, ¿qué haré entonces?, ¿a caso podré volver atrás?. Lo dudo, lo hecho, hecho está.”
Y pensando esto, me adentre en el en el primer camino y detrás de mi las puertas relincharon, con un agudo sonido. No, no había vuelta atrás en este mundo.
¿Por qué elegí el primer camino?.
Un mundo creado por titiriteros en el que solo existen marionetas manejadas por la mentira, donde la luna y el sol son de papel y cartón. No es un mundo hecho para mí, prefiero la fría y oscura realidad antes que la mentira y el engaño de la irrealidad.

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